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jueves, septiembre 19, 2024

Silencio vs soledad

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En Salinas del Rey, barrio de Santa Verónica, balneario del municipio de Juan de Acosta, Atlántico, gran parte de sus calles están descuidadas por la negligencia de las autoridades del gobierno y la administración de la urbanización.

Adentrándonos al lugar, nos encontramos con una cancha de fútbol olvidada por el tiempo y el recuerdo de sus habitantes. Sin embargo, apenas besas el terreno, el aire caliente asciende y recorre todo el cuerpo, invadiéndolo con un calor muy húmedo por la cercanía al mar.

Escuchamos el silbato del tiempo, como un árbitro que impartirá justicia entre dos equipos que viven en el sótano de las emociones humanas: el silencio vs. la soledad.

El juego está a punto de iniciar, pero… ¿dónde está el esférico? Puede estar en los matorrales o en la vegetación diversa del lugar como trinitarias, verdolagas, corales… o posiblemente dentro del arbusto en forma de “hongo verde”, con orificios donde habitan cangrejos. Pero no, el esférico posiblemente se encuentra con el olvido. Sí, allá está, en medio de la arena.

A decir verdad, no lo había contemplado antes, pero es difícil reconocerlo, ya que la humanidad no se atreve a encontrarlo por su indiferencia, y más porque lo que no es material, poco le importa.

El encuentro da inicio en medio de la desolación. Enseguida, el rugido del mar evoca aquellos momentos cuando el colosal escenario estaba invadido por miles de personas emocionadas, que en realidad, si se aprecia panorámicamente, solo son fantasmagóricos seres de un ayer memorable.

Mientras el balón lo disputan el silencio y el olvido, que es duro de vencer, el pórtico, uniformado de óxido, y las líneas que dividen las gradas llenas de basura, denotan la poca importancia que la vida misma le da a este juego vagamente trascendental, ¿o no?

Al final, no hubo goles, acabando un juego tan reñido como interesante, con nulas estrategias, donde el tedio y el descuido, ambos entrenadores de los equipos, se abrazaron para unir fuerzas y forjar un solo equipo… ¿De qué? Nunca se supo.

Lo cierto es que constantemente, cuando juegan y nuevamente se enfrentan, el partido queda con el marcador igualado a cero, y ningún ser humano asiste para darle progreso a este mágico lugar.

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